Que triste es ser de segunda

Eso, es triste, sobre todo cuando no parece estar justificado.

Advertencia: a partir de este punto este mensaje está lleno de amargura y frustración, léalo bajo su propio riesgo.

Todo empezó hará cosa de un año. Era una noche de verano, lo recuerdo bien, había llovido y por la ventana de mi oficina se colaba el maravilloso aroma a tierra mojada, ¡mi tierra ciudad universitarieña!. Con tremendo brinco y de manera por demás efectiva, el timbre del teléfono me sacó de la concentración de la redacción de aquel correito muy importante que estaba redactando.

Sergio, hablando en su característico tono y ritmo me invitó a participar con él y otros computólogos de la Universidad en un proyecto que tenía como objetivo principal escribir un libro para la serie Conocimientos Fundamentales que la Rectoría estaba organizando. Nos tocaba, por supuesto, el libro de Computación. Gustoso y enjundioso, como siempre, dije que sí, que encantado.

Como dicen por ahí, si fuera mujer estaría llena de hijos. No se decir no, pero esto será tema para otra conversación.

Desde el principio debimos decir no, como grupo, o pedir que nos pusieran en blanco y negro todo lo que nos ofrecieron. Primer error. "Tienen que hacer el libro en cuatro meses, porque", ¡cuatro meses, wtf? !, " porque", repitió la monita, "el Rector (en ese entonces aún el Dr. de la Fuente), quiere presentar en noviembre la colección completa". Duda: ¿todos los libros tienen que acabarse en esa fecha? "Sí, todos. Excepto que, ¡ay! ¿cómo les explico? los demás libros en la serie llevan 3 años trabajando y estamos esperando segundos volúmenes de esos libros."

Ahhh porque claro, Computación no es una ciencia, afirmaban. Idiotas.

En fin, alguien se dio cuenta, un poco tarde que no había un libro de computación en la seria y como que hacía falta. Nos sentamos a trabajar, lluvia de ideas, diseño del contenido... wow, me la pasé muy bien esas primeras semanas: "sí, hay que tener unos personajes que relaten situaciones cotidianas ... y entonces... ¡sí, a huevo...!, ... y entonces luego ponemos: 'la visión del computólogo'". Paz. Que buenos somos, palmaditas en la espalda del vecino, sonrisas... a trabajar.

Recibimos muchas ideas, nos "acercaron" amablemente de Rectoría a otros posibles autores, a quienes entrevistamos, pero después de escuchar por tercera vez: "claro y podemos hacer el mejor manual de Word y Excel que a los estudiantes se les van a caer los chones", nos dimos cuenta de dos cosas: (1) que estábamos mejor solos que mal acompañados y (2) con razón no pensaron en un libro de Computación desde el inicio de la serie, con esos "amigos de computación"...

Trabajamos de sol a sol. Bueno, no tanto, pero trabajamos muy intenso en el libro, la verdad sigo contento por eso, quedó muy bien, creo y me divertí como enano. Dentro del equipo no todo fue miel sobre hojuelas, pero sobrevivimos que ya es ganancia. Total llegó octubre y ... obvio, no habíamos terminado. Maldición.

Fue un buen intento, pero a esas alturas llevábamos como un 60% más o menos. En Rectoría dijeron: no hay problema, ya no sale con este rector, pero no se preocupen, sigan trabajando y publicamos después. Nos asignaron con McGrawHill, empezamos a enviar capítulos (aquí, por una razón que desconozco, llamados módulos), nos regresaron con buenas críticas y algunos cambios de redacción.

Diciembre, vacaciones, enero 2008, seguíamos trabajando. Ya con más calma, detallando más los textos, con más discusión, menos acelere. Todo bien, hasta que a finales de enero recibimos una carta nefasta, en la que por nuestra culpa y falta de responsabilidad se suspendía la edición de toda la segunda fase de la serie, gracias inútiles, casi, casi terminaba así.

Ardidos es poco. Hicimos todo un show, carta, hablámos con los respectivos directores, etc. Se arregló una semana después con un "Ay, ja... es que yo no sabía que iban tan avanzados, pues no hay bronca entonces, que acaben y entreguen en la primera quincena de marzo". Yuju, si sale el libro. Buh, otra vez a marchas forzadas.

Entregamos todo en la primera de marzo.

Marzo, abril... oigan, ¿cómo van, eh? Ah, bien, bien. No se preocupen.

Mayo, junio, julio. "Chicos del libro, ¿qué creen?", ¿ya está el libro? "No, que ya no lo vamos a publicar con McGrawHill, nos cayeron muy mal, se pusieron pesados y los corrimos. Ahora vamos a publicar con Publicaciones y Fomento Editorial, ¿qué padre, no?" Eh, no.

julio, vacaciones, agosto. ¿Ya lo publicaron? No, de menos, ¿ya lo revisaron en fomento editorial? "Ya lo revisaron e hicieron correcciones y estamos viendo lo de las imágenes". No entiendo que sigue. Yo hubiera esperado que nos pasaran las correcciones para ver que no hayan "roto" algo, pero no, ellos saben lo que hacen.

Desde enero se notó que querían "cortar" el proyecto, lo de McGrawHill, aquel tiraje de 50,000 copias e inundar el bachillerato nacional y latinoamericano con la serie... pues igual sucede, pero no incluirá el libro de computación. Triste.