29.7.11

Día cuatro… no hay dolor

¡Draaaagggoooo! ¡Draaaagooo!

O algo “así” pensé que serían estas últimas horas de mi cuarto día, de la primera semana, de mi aventura con el standing desk, pero no, bastante más fácil de lo que imaginé.

Han sido días atípicos en varios sentidos, como ocurre todos los inicios de semestre, por lo que he pasado un par de horas más de las usuales en reuniones o en comidas o en otros eventos. Aún así, la experiencia de “trabajar” frente a la computadora de pie, ha sido positiva:

  1. No ha sido tan cansado como inicialmente supuse. Aunque si es dramático el cambio entre traer zapatos MBT y normales, con los MBT es por lo menos el doble o triple de pesado.
  2. Me duele el cuello y la espalda, pero menos. Obvio no esperaba que un par de días desaparecería por completo el dolor, pero es notable la diferencia.
  3. Kudos a los amigos del taller de carpintería de la Facultad que hicieron un buen trabajo con el standing desk.
  4. Seguro no bajé de peso, pero si debí quemar unas 10 o 20 calorías más. Claro que comí más que en semanas regulares, así que es probable que haya subido.
    • Bajar de peso no es la meta, por supuesto, pero a mayor consumo calórico debería existir un cambio en el peso, así que lo voy a considerar un indicador las primeras cuatro semanas.
Quiniela

Alguien ganará, seguro, pero si escogiste entre el día uno y el tres: no ganaste. ;-)

El futuro

Olvidé mi bola de cristal y sin ella es difícil que les diga qué nos depara el futuro. Sin embargo, el continuar trabajando de pie hasta que ya no me duela nada es plausible.

Es más: ¡aplausos!



¿Ya les conté que casi todos los domingos me encuentro al Memo Ríos en el baño del club? ¿No? Qué mal, pero será otro día. ;-)

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